Instrucciones para entrar en el vestido de “Prom”

martes, 25 de noviembre de 2008

"¡BRAVO!, felicitaciones, usted es padre de una hermosa niña/niño”…Constantemente es esta tan significativa frase la que se escucha por los 'pasadillos' de cada clínica..a todos los 'benditos padres'...Nadie se fija como es la vida de ellos, en realidad...Aunque siempre cambia al pasar de los años; los gritos en las madrugadas, pañales, los novios, los regalos, las fiestas,..bodas..…Pero en especial una, la de fin de año, la tan esperada.....al acabar el colegio.

Las fiestas de promoción, ¡sea el loco que las creo o inicio!, es siempre una muy buena ocasión para celebrar el fin de año y, por lo tanto, la despedida de mucho.
Con tantas locuras que pasan por este raro año; universidades, becas, despedidas, firmas de todo, fotos, viajes…vestidos. Y ahí es donde las chicas se alocan. Las pruebas, el que si entraras…PERO ALTO, uno siempre hace dieta para todo, en el caso solo único de la mujer...lamentablemente; para el verano, inverno, otoño, primavera. ¿Acaso no se cansan? ¡Son todas las estaciones! por dios.

En fin, los pasos para el vestido son muy importantes, porfavor no los omitan o in
tente pasar, constan de ciertas reglas; "el ver que tus amigas no tengan el mismo modelo", sirve mucho el “compartir ideas”; los colores, modelos, diseño, forma, etc.! Toda chica sabe que esta fiesta es muy importante, desde el supuesto ‘parejo’, hasta que el vestido combine con él y la orquídea.
Se podría decir que están locas, quieren entrar en un vestido haciendo dieta semanas o hasta días antes. La ilògica recae ante en un mundo tan loco como el de nuestras edades.
Unos de los pasos esenciales que se debe de tener en cuenta, es siempre rechazar los dulces, pero no si se trata de un ‘Toblerone’ que por más que te digan que no entraras, es cuestión de que al comerlo, te la creas…aunque sea un brujo el que te la haya dicho y sus palabras sean tan ciertas como las de sus hechizos, solo falta con creer.
La confianza y el autestima, siempre vence al bendito espejo que tenemos en nuestro cuarto, o, el que cada vez que se nos cruza al pasar por la calle, el que siempre está un poco inclinado y nos “dice” que estamos muy gordas o al favor de esa pequeña inclinación, muy flacas. Los vestidos son los que deben de entrar en nosotros, no nosotros en ellos. Simple, son retazos de telas, los que nos cubrirán toda una noche y se podrán anchar un poco al pasar los años.

Así que telas, vengan..atrevanse a nosotros y traten de entrar en los cuerpos ajenos y aquellos, solo si es que pueden, sino existe un poco de pinzas por aquí, y, un poco de pinzas por allá que ninguna mala o buena costurera no pueda hacer. ¡Ah! si me olvidaba, también existen la tela stretch, la cual podrá entrar en cualquiera, así que no se preocupen. Hay para todos.

Gabriela A. Castillo León

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